Mi último post de Octubre lo escribo hoy día de las brujas, un día que se ha venido transformado en una fiesta de los niños con la costumbre de salir a pedir dulces y compartir con ellos disfrazados. Pero el origen de esta fiesta es muy antiguo y tiene que ver con los celtas, el paganismo, las brujas y la religión católica. No en vano mañana Primero de Noviembre es el día de todos los Santos (y en México de los Muertos) celebración que surge como una medida del catolicismo para contrarrestar la brujería por allá en la Edad Media, en los tiempos de la inquisición y esa guerra por controlar espíritus, tierras y poderes.
Pero como bendito Dios ya no estamos en el medioevo (aunque a veces parece que no lo hubiéramos superado) hablemos de las brujas de hoy en día. La palabreja ha sido empleada para denigrar al género femenino, pero con la modernidad, no hay nada más sexy que una bruja bien empoderada y ojo que hablo de las buenas brujas y no de prácticas satánicas ni de hechizos o cualquier actividad que atente contra la dignidad o humanidad de alguien.
Veamos lo bonito de las brujas del siglo XXI
1. Brujas voladoras: Las mujeres de hoy en día, tenemos la capacidad de correr de un lado para otro y multiplicarnos en labores y tareas. Hacemos magia para atender niños desde la madrugada y hasta la media noche. Organizamos nuestras casas y hacemos magia para arreglar desorden, aparecer objetos perdidos, arreglar tareas, trabajar, recoger niños en el colegio, asistir a partidos de fútbol, llevar regalos a las fiestas infantiles y hasta vernos con nuestras amigas (otras brujas). Todo eso sin escoba y venciendo los trancones en las ciudades en las que vivimos. Ojalá las vueltas pudiéramos hacerlas en escobas (sería más rápido).
2. Entre más arrugas, más brujas: O la experiencia que llaman. Cada vez que mis arrugas se profundizan y me salen más canas, me siento más orgullosa de la magia que sé administrar en mi interior. Ya no es un tema de reaccionar ante la vida, después de los treinta y pico y pasados los cuarenta, la calma ante los problemas de la vida nos vuelve sabias. Sabemos observar, analizar, evaluar y hasta nos tomamos el tiempo suficiente para decidir. Yo creo que las brujas modernas son sabias y poderosas, ¿no?
3. La magia de la abundancia: Una mujer es capaz de construir un ser humano en su interior. Han ustedes alguna vez pensado en lo que implica, ¿ser la fábrica de un bebé?, ¿habrá mayor magia que eso?. Para mí esa capacidad creadora es una virtud que si no la olvidáramos con tanta frecuencia, nos haría mil veces más poderosas. Nuestras tripas son capaces de construir un niño. Nuestro cuerpo es capaz de producir leche para alimentarlo. En ese mismo sentido, las mujeres tenemos la capacidad de hacer rendir el dinero, multiplicar el mercado, estirar sueldos, pagar colegios, universidades y paseos.
4. Transformamos el amor: Alguna vez leí que una mujer tiene la capacidad de reformar gamines con paciencia y tiempo. Creo que lo más efectivo para no tener que aplicar esa "magia", sería que nos ocupáramos, las que somos mamás de varones, de educar a niños amorosos y sanos para que sean más que caballerosos, seres humanos respetuosos y armónicos cuando crezcan. Lo cierto es que yo he visto a más de una amiga en mis años mozos y a mí misma también, en trabajarle con mucho amor a una relación para rehabilitar sapitos. Lo cierto es que con el tiempo y la transformación de nuestra sociedad, ya no buscamos ni esperamos a un príncipe azul, porque la fortuna de estos tiempos nos permiten tener libertar y opción de elegir.
5. El hechizo del crecimiento personal: En estos días que he estado leyendo sobre el arquetipo de la bruja, me ha gustado mucho esa transformación del ideal negativo por un imaginario más cercano a nuestras capacidades de transformación femenina. Cualquier persona tiene la magia y el poder de cambiar su vida y hacerla mejor. Para eso hay que tener fuerza de voluntad y nutrirla con amor propio. Las mujeres de este siglo somos distintas, queremos vivir nuestras vidas y en muchos lugares del planeta gozamos de libertades que hasta hace muy poco tiempo nos fueron concedidas. Pero para ser libres, hay que quererlo en nuestros corazones y buscar los caminos que nos conduzcan a ser una mejor versión de nosotras mismas. Así que cuando alguien les diga que son unas brujas sonrían, porque tienen poder, sabiduría, fuerza de transformar, transmutar y aprender.
¡Brujas y brujos! Espero que les haya gustado este post, que lo compartan en sus redes sociales y me dejen sus comentarios. Un saludo y ¡Feliz "Jalogüin"!